Abstract:
La sociedad líquida en la que nos encontramos exige unos ciudadanos capaces de adaptarse a situaciones cambiantes, dispuestos a enfrentarse a nuevos retos, decididos a participar de manera activa en las transformaciones sociales que se requieren para ofrecer soluciones a las nuevas necesidades. La globalización, el imperio de las tecnologías de la comunicación y la conciencia de formar parte de un sistema mundial son el marco para una formación integral y a lo largo de la vida. Así, las instituciones educativas deben comprometerse a aportar a sus estudiantes conocimientos, valores y competencias que les permitan no solo sobrevivir en un entorno incierto, sino también ser capaces de crear su propio futuro. La innovación, la creatividad, la internacionalidad y la actitud democrática conforman la base de un nuevo liderazgo social que debe comenzar a entrenarse en las etapas educativas tempranas. Por ello, los equipos directivos deben poseer todas esas cualidades, entre muchas otras, con el objeto de ser modelos de ese nuevo liderazgo. Y, puesto que los equipos directivos proceden en gran medida del claustro de los centros, se impone la necesidad de una formación del profesorado en competencias como ...