Resumen:
En el mercado de la traducción, que se rige en gran medida por las consideraciones
comerciales, no siempre se anima a los traductores a que ofrezcan la máxima calidad
en su trabajo. Los buenos entornos de formación, en los que los traductores carecen
de limitaciones comerciales, brindan a los estudiantes la oportunidad de desarrollar sus
habilidades y su orgullo profesional. Si los formadores adoptan un enfoque que se
centre en potenciar dichas cualidades, de cara también al mercado de trabajo, los
futuros licenciados podrán contribuir a una completa mejora en cuestiones de calidad.
Esta ponencia sugiere que lo más acertado es formar a los traductores con la intención
de que ofrezcan el máximo de calidad posible, incluso si la coyuntura del mercado no
es demasiado propicia para ello. Asimismo, cita una serie de requisitos esenciales para
alcanzar dicho objetivo y recomienda el enfoque y métodos adecuados. En concreto,
sostiene que una mínima base metodológica resulta más eficaz que la enseñanza de
conceptos teóricos abstractos, que la introspección de los alumnos y los debates en
clase les animan a dar lo mejor de sí y que un enfoque orientado al proceso de
traducción les ayuda a ac...