Resumen:
La llamativa proliferación de grandes exposiciones temporales en museos históricos, unido al impacto mediático, unido al impacto mediático de múltiples bienales de arte con las que convivimos, sugiere un escenario hegemónicamente globalizado en el que la centralidad de la economía política se ha desplazado desde los intereses industriales o la especulación con el dinero como mercancía, a una presencia cada vez mayor del patrimonio cultural.