Resumen:
En el año 2007 el Ayuntamiento de Madrid convocaba un concurso público para la redacción de un plan especial para la finca Vista Alegre, con el fin de recuperar en lo posible el perdido esplendor y la unidad de la que continúa siendo una de las más maltratadas posesiones de origen real en España.
Con una superficie de 45 hectáreas, que casi alcanza la mitad de la del parque del Retiro, y situada en lo que fuera el paradisiaco y casi mítico lugar de los Carabancheles, el origen de su degradación hay que buscarlo en el momento
que sus propietarios, los hijos y herederos del marqués de Salamanca, la cedían al Estado en 1887 para redimir sus incalculables deudas1, coincidiendo con el deseo de la reina regente María Cristina de Habsburgo de encontrar un conjunto edificado que pudiera ser destinado a fines benéficos.