Resumen:
El ejercicio docente en medicina presenta diversos retos que hacen de él una actividad compleja. Esta complejidad viene derivada, por un lado, de la elevada actividad requerida a los profesionales médicos, y de otro, por los 3 desafíos que plantea la propia figura del médico docente en su ejercicio pedagógico. Estos son: presentarse ante sus alumnos como experto, como facilitador y como modelo y maestro de vocación médica. A partir de estos 3 desafíos, el artículo analiza los requisitos y la potencialidad que los mismos disponen tanto a nivel de mejora profesional médica como de mejora pedagógica.