El confort es el atributo necesario de la privacidad como la gran aportación de la burguesía al espacio doméstico. El confort representa la piedad de la casa hacia sus habitantes. Este confort doméstico ha supuesto cambios sustanciales en la relación del hombre con los objetos, y no sólo en su carácter utilitario sino también en el simbólico. El presente artículo va trenzando, como en una fuga musical, la evolución del concepto de confort con episodios significativos de la conversión atípica de objetos en arquitectura.
El objetivo es mostrar cómo el protagonismo creciente de ambos, confort y objetos, requiere un replanteamiento de la arquitectura que vaya más allá de la aséptica invisibilidad a la que se quiere relegar.
Comfort is the necessary attribute of privacy as the greater contribution from the bourgeoisie to domestic space. Comfort represents the piety of the house towards its inhabitants. This domestic comfort has supposed substantial changes in the relationship of man with objects, and not only in its utilitarian character but also in the symbolic aspects. The present article is twisting, as in a musical fugue, the evolution of the concept of comfort with significant episodes of the atypical conversion of objects into architecture.
The aim is to show how the growing prominence of both terms, comfort and objects, requires a rethinking of architecture that goes beyond the aseptic invisibility to which one wants to relegate.