Resumen:
Tradicionalmente, las políticas de inmigración se han caracterizado por su visión
defensiva del mercado laboral español frente al hecho migratorio, si bien es
cierto que, en el año 2011, la necesidad de atraer el talento a nuestro país llevó al
legislador a crear un régimen especial que favoreció la entrada de un tipo
cualificado de trabajadores: los profesionales altamente cualificados y los
investigadores. La ley 14/2013, de apoyo a los emprendedores y su
internacionalización dio un paso más en la flexibilización de las autorizaciones
de trabajo y residencia dirigidas a estos colectivos. Sorprendentemente, la técnica
empleada no fue la modificación de la Ley Orgánica de Extranjería, sino el diseño
de un régimen paralelo nuevo. En este trabajo se realiza un estudio comparado
de ambas regulaciones, con el fin de delimitar el ámbito de aplicación de cada
una. Se destacan las coincidencias, divergencias y su conexión con el Derecho
comunitario, planteándose, finalmente, la conveniencia de una reforma legal que
cree un sistema más coherente.