Resumen:
El ser humano ha evolucionado a lo largo de millones de años hacia un organismo más complejo que ha eliminado notablemente la actividad física (AF) como uno de los estímulos fundamentales para su desarrollo. Durante el siglo XX hasta la actualidad, los estilos de vida modernos han dado pie al desarrollo de enfermedades hipocinéticas y el incremento de la obesidad en proporciones epidémicas, lo que demuestra una clara evidencia entre nuestra forma de vida y los requerimientos físicos. Una de las posibles intervenciones, de tipo no farmacológico, para disminuir o retrasar la prevalencia de enfermedades es la AF y el ejercicio, como una estrategia que disminuye la morbilidad y aumenta la calidad de vida (CV).
Desde el punto de vista corporativo, centrando nuestro objetivo, uno de los principales problemas con los que se encuentran las personas en su jornada laboral es el tiempo que pueden dedicar a otras actividades en jornadas de horarios partidos o aprovechando el inicio o final de la jornada laboral. Ofrecer la posibilidad de seguir un programa de ejercicio saludable en unas instalaciones destinadas a ese fin dentro de su centro de trabajo hoy en día es un hecho, una realidad, un camino para in...