Resumen:
El pulmón pueden ser el blanco ideal para resultar
dañado por fármacos, debido a su gran superficie de contacto y a que constituye muchas veces el lugar donde se
produce su metabolismo. Se han descrito más de 400
fármacos causantes potenciales de toxicidad pulmonar,
aunque la verdadera incidencia es desconocida
, probablemente esté infraestimada y se amplíe con la llegada de
nuevos fármacos en el área de la Onco-hematología y de
las enfermedades inflamatorias crónicas. La forma más común de toxicidad pulmonar inducida por fármacos es la
enfermedad pulmonar intersticial (EPIF) aunque pueden
verse afectados las vías respiratorias, la vasculatura, el
sistema neuromuscular o la pleura. La vía oral y parenteral
con las clásicamente relacionadas vías de administración
pero también nebulizadas o intratecales pueden ser responsables.