Resumen:
La gestión de la comunicación tiene un complicado cometido social en el inicio del siglo XXI, en la medida en que puede devolver la dignidad al concepto de “globalización”, un concepto adulterado por quienes lo han utilizado indebidamente para defender actuaciones políticas, económicas y sociales cuyos fines están frecuentemente orientados, paradójicamente, en dirección opuesta al sentido ideal y positivo de dicho concepto. La siguiente reflexión expone cómo los agentes próximos al núcleo del poder ejercen ese control sobre la comunicación y la información desde las culturas y sociedades post materialistas, en contradicción con las expectativas de las sociedades preindustriales.