Resumen:
Tradicionalmente tiende a decirse que en el siglo XIX España fue históricamente a la zaga de Occidente: en primer lugar, la revolución liberal se inició en 1833, tres años después que en Europa, y estuvo lejos de verse consolidada hasta el verano de 1836. En segundo lugar, la oleada revolucionaria demócrata y nacionalista que sacudió el Viejo Continente en 1848 apenas tuvo eco en nuestro país hasta 1854, aunque la verdadera revolución, que empujó a Isabel II al exilio, se retrasó hasta 1868. Ahora bien, un acontecimiento rompió dicha dinámica: en 1849, meses después del estallido de las revoluciones europeas, un grupo de individuos fundaba en Madrid el Partido Demócrata Español. Entre ellos figuraba Manuel María Aguilar, nacido en Antequera, cuya militancia política motivó la vigilancia de las autoridades. En este artículo analizo el contexto en que se fundó dicho Partido, describiendo después el papel que en él jugó nuestro personaje, cuya evolución ideológica, junto a la de Antequera, esbozo brevemente a la luz de los informes gubernamentales de la época. Para finalizar, expongo mis conclusiones y realizo una breve semblanza del final del reinado isabelino.