Resumen:
La enseñanza de idiomas tiene ciertos componentes comunicativos que resultan difíciles de reproducir en las modalidades semipresenciales de enseñanza. Sin embargo, estas también disponen de recursos para compensar sus carencias, especialmente en los niveles intermedios: mayores posibilidades audiovisuales, herramientas de retroalimentación automática, tutorías virtuales… Esta situación difiere sustancialmente de la de los niveles iniciales de la lengua, donde los alumnos apenas pueden apoyarse en conocimientos previos. En ellos, el formato afecta de manera decisiva a su aprendizaje, pues dificulta desde la comprensión de los enunciados hasta la asimilación del vocabulario. Múltiples aspectos del aprendizaje de la lengua se resienten en mayor o menor medida, hasta el punto de condicionar la metodología que se utiliza. En este artículo se ha examinado el caso de dos grupos con ambos niveles para establecer la validez de esta hipótesis. En ellos se percibe una mejor adaptación de los grupos intermedios al formato semipresencial. Los elementales presentan demasiadas carencias para aplicarles un método comunicativo puro. Queda por ver si trabajos posteriores consiguen superarlas.