Resumen:
Una de las herramientas clave para promocionar la salud es el desarrollo
de habilidades para la vida basadas en la propia persona como principal recurso. Un
“taller” sanitario debe conseguir que sus participantes se conviertan en la parte
“activa” del mismo, constituyendo una forma de motivación para sus iguales y con la
finalidad de alcanzar unos objetivos comunes. Lo conceptos principales que
fundamentan el diseño de un taller son: planificación participativa, capacitar en
aprendizaje significativo a las personas, aprender en grupo y técnicas participativas.
La etapa inicial a perseguir en un taller se basa en un análisis inicial o evaluación de
conocimientos previos que posee el grupo de participantes, fundamentación de
conocimientos y posteriormente construcción del aprendizaje a través de actitudes y
habilidades colaborativas que generen adquisición de conocimientos, en última
instancia evaluación de lo aprendido.