Resumen:
Una de las funciones esenciales de la universidad, es formar al estudiante para su
incorporación al mercado laboral, y sin duda, la salida profesional natural del grado de
derecho es formar a abogados ejercientes.
La evolución social, la creciente internacionalización de la economía y los avances
tecnológicos influyen en el mundo laboral con frecuentes cambios que condicionan los
nuevos perfiles profesionales y el contenido del trabajo.
En este contexto, el aprendizaje, es continuo, durante toda la vida, y para conseguirlo, el
alumno tiene que formar sus nuevos conocimientos, a través del desarrollo de
competencias que permitan esa actualización. De esta manera, el profesional se podrá
innovar constantemente, será productivo y competitivo, contribuyendo a su propia
motivación profesional y a la buena calidad de su trabajo.