Resumen:
La teoría de la relatividad y la casi simultánea revolución cubista de las artes provoca a principios del XX la ruptura con la tradición perspectiva del Renacimiento. La descripción fenomenológica o polar sustituye al espacio cartesiano. Al despliegue totalizador del mapa se opone la serie discursiva del itinerario. Esta experiencia dinámica del espacio reclamó de inmediato nuevos mecanismos narrativos para la arquitectura. Pese a su insistente reclamo del “movimiento” como tema, la vanguardia FUTURISTA no conseguirá un verdadero cambio de registro, que seguirá acudiendo a perspectivas muy forzadas para convencer de sus ambiciosas propuestas urbanas. Su propuesta arquitectónica no tendrá ni mucho menos la contundencia del texto de Marinetti.