Resumen:
El objetivo de este capítulo es examinar en qué medida los factores demográficos contribuyen a aumentar o disminuir los riesgos de que un país pueda entrar en conflicto con otros, bien como generador o como solucionador de un conflicto internacional. Partiendo del marco conceptual que proporciona la teoría del ecosistema social, y de la importancia creciente del valor «seguridad», se han formulado hipótesis sobre la relación entre el nivel de desarrollo socioeconómico de un país, su orientación hacia los valores democráticos y su orientación hacia valores militaristas. Se han construido tres índices para medir esas tres variables, que finalmente han posibilitado la construcción de un Índice de Propensión al Conflicto, corregido a su vez por el volumen de población de cada uno de los 91 países que se han analizado.