Resumen:
Ciertamente, el método científico se ha impuesto de manera excluyente en cualquier investigación académica. Sin embargo, resulta ingenuo o interesado creer que todo conocimiento se genera a través del método científico en sentido estricto. Reivindicar que la arquitectura es una disciplina que concita saberes de muy distinta procedencia y que, por tanto, no puede quedar secuestrada por el discurso de la Técnica, no es sólo una cuestión académica. Este breve alegato a favor del ensayo como investigación de pleno derecho en arquitectura, tiene un corolario eminentemente práctico. Es el de conseguir con urgencia espacios propios para la arquitectura, espacios en los que nuestra cultura pueda estar presente dentro de los ámbitos en los que se evalúa el trabajo investigador, espacios en los que los medios propios de nuestra disciplina ocupen el lugar preeminente, en los que su doble faz, técnica y hermenéutica, puedan mostrarse en igualdad de condiciones.