Resumen:
El diseño industrial ha experimentado un fuerte auge en el siglo XX. Por su capacidad de adaptación a las demandas funcionales y lúdico-estéticas de los usuarios, a los mercados y a la cultura visual, el diseño y su producción implican ciclos de vida cada vez más rápidos con enfoques altamente especializados. A finales del siglo pasado el diseño exigía una creciente implicación, sobre la forma útil Gutte Form, de dimensiones semióticas, indicativas y estéticas. Estrategias cada vez más específicas, capaces de añadir nuevas plusvalías y dimensiones a la forma. Una nueva estrategia que explora el diseño actual es la Forma Impropia. Una alternativa a la producción tradicional de objetos que propone eludir la realidad material y geométrica de los diseños para convertirlos, en apariencia, en formas abiertas, ambiguas y difusas que se identifican con fenómenos visuales.