Resumen:
El estilo de vida actual se caracteriza por un patrón de sedentarismo físico, impulsado por un avance tecnológico que simplifica y facilita las tareas de la vida cotidiana, reduciendo así el tiempo de actividad física. En muchas ocasiones, la vida sedentaria se ve acompañada además de una alimentación desequilibrada e hipercalórica, que podría repercutir en la composición corporal y en el desarrollo de enfermedades no transmisibles (ENT). En este sentido, la OMS informa de más de 41 millones de muertes cada año como consecuencia de las ENT. Los programas de ejercicio físico supervisado y la adherencia a la dieta mediterránea pueden ser una medida de acción para la prevención y tratamiento adyuvante (no farmacológico) de dichas enfermedades.