TY - JOUR A1 - Escribano Otero, Juan José AU - Gómez Fernández, Estrella T1 - Aprendizaje por refinamientos sucesivos: documentos multimedia sensibles al contexto docente Y1 - 2004 UR - http://hdl.handle.net/11268/1470 AB - Basta con poner en cualquier buscador de la Web la palabra “manual” o “tutorial” para darse cuenta de la gran cantidad de documentos que se encuentran en la Red con fines didácticos. Un segundo vistazo a estos documentos generará la conclusión de que, si bien es verdad que existen documentos sobre casi cualquier tema, son los relacionados con la informática los que más abundan. Las razones que explican esta proliferación son de lo más variados, abarcando desde motivos publicitarios hasta un arraigado sentimiento solidario típico de Internet. El hecho de que su contenido sea predominantemente técnico se puede explicar por la comunión entre el ocio y el trabajo que tantas veces se encuentra entre los internautas: personas que trabajan con ordenadores cuyo verdadero hobby es la informática. Este tipo de documentos encaja perfectamente en la Red por tres cualidades de ésta: • Facilidad de publicación en la Red • Gran potencia de difusión • Posibilidades de interacción entre los tres elementos de la comunicación: emisor(autor) 􀃆 mensaje(documento+canal [3]) 􀃆 receptor (lector) Internet, gracias al soporte informático, permite al lector comunicarse con el autor de un documento para hacerle llegar sus comentarios (feedback), interactuar con el documento para recuperar sólo una parte de él y para decidir en qué orden quiere consumir su contenido. Permite, además, al autor saber cosas sobre los lectores que acceden a su documento (número de accesos, si un lector repite, horas de mayor audiencia e incluso información cualitativa)… y todo esto casi sin esfuerzo para el autor. Pero en la inmensa mayoría de los documentos lo que se persigue al colgarlos en la Web es aprovechar su potencial difusor, sin tener en cuenta los usos enriquecedores de su capacidad interactiva. En la mayoría de los casos los documentos electrónicos que se encuentran en la Red no pasan de ser un escalón intermedio de la distribución de conocimiento. Documentos que nacen en papel para ser consumidos al final también en papel y que para viajar ligero entre el emisor y el receptor se digitalizan. Existen, como era de esperar, honrosas excepciones. Pero la mayoría de los casos vestir un documento con prendas interactivas orientadas al aprendizaje supone contratar una figura auxiliar y externa al generador del contenido. Alguien que haga las veces de editor y que tenga conocimientos de multimedia suele trabajar codo a codo con el autor del contenido … y suele cobrar por ello. El objetivo de este artículo es presentar una metodología que permita al docente un mayor control sobre la forma en la que sus alumnos deberán consumir la información de su documento sin por ello obligarle a multiplicar su trabajo ni a contratar a terceros. Para ello, habrá que partir de algunos supuestos iniciales: • El docente ya tiene los conocimientos que quiere transmitir • Posee, además, destreza suficiente para comunicar dichos conocimientos mediante documentos tradicionales a su alumnado • Quiere convertir dichos documentos en documentos de autoenseñanza y desea utilizar la Red como medio de difusión, sin por ello renunciar a marcar unas pautas o consejos de cómo se debe seguir el material que diseña KW - Espacio Europeo de Educación Superior, EEES KW - Enseñanza superior KW - Educación LA - spa PB - Universidad Europea de Madrid ER -