Resumen:
El presente artículo aborda una temática clave dentro de la crítica desarrollada por la denominada Tercera Generación sobre la arquitectura del Movimiento Moderno: la desconsideración de las raíces culturales específicas en la configuración arquitectónica del hábitat humano y la desvinculación emocional del usuario provocada por el consecuente empobrecimiento del proyecto de arquitectura. En este sentido, a la vez que representa una de las voces y actitudes más sólidas al respecto dentro del contexto del Team 10, Aldo van Eyck aporta un enfoque tan singular como interesante a partir de un comprometido proceso de investigación personal desarrollado a lo largo de toda su trayectoria. Así, su aproximación a las culturas primitivas todavía existentes en nuestros días supone no sólo una fuente de aprendizaje útil e inspiradora, sino la rúbrica de que muchas de las reflexiones que caracterizaron aquella convicción por reivindicar las raíces culturales específicas y diferenciadas en el proyecto de arquitectura tenían un referente y refuerzo en la génesis configurativa de los asentamientos humanos primarios.