Resumen:
Cuando se cumple más de un año del incendio del Palacio de los duques de
Osuna en Aranjuez, se hace necesario explicar lo que fue su singular historia y
su importancia, no sólo desde el punto de vista arquitectónico o urbano, sino
también inmaterial.
En sus espacios deslumbró la vida cultural cuando no política de España, siendo representativos de un proceder social y una época que ya pasó. Supone, además, este palacio una excepción en los Sitios Reales, pues, más que la habitual
casa de familias de un noble durante las jornadas reales fue también lujosa residencia para sus propietarios.