Tras el triple desastre del 11 de marzo de 2011, Japón se encuentra en una encrucijada energética. A corto y medio plazo depende de las importaciones de combustibles fósiles para garantizar su seguridad energética, pero el largo plazo está por decidir y lo determinarán las decisiones que tome en estos años. Como consta en su Estrategia de Seguridad Nacional, para Japón la seguridad energética es una cuestión de seguridad nacional. El artículo revisa la trayectoria nuclear nipona, estudia cuáles son los factores que configuran el mercado eléctrico japonés y analiza su actual situación energética. Por otra parte, también repasa los principios que han marcado su política energética, deteniéndose a evaluar los dos últimos Planes Estratégicos de Energía –uno anterior y otro posterior a Fukushima- antes de adentrarse en el debate sobre la composición óptima del futuro mix energético para cumplir con su trilema de la seguridad energética, marcado por su compromiso con el medio ambiente.
After the triple disaster of 11 March 2011, Japan is at an energy crossroad. In the short and medium
run it depends on fossil fuel imports to ensure its energy security, but the long term will be determined
by the decisions taken at present. For Japan energy security is a national security challenge, as stated
in its National Security Strategy. The article reviews the Japanese nuclear path, studies the factors
shaping the Japanese electricity market and analyzes the current energy situation. Moreover, it also
assesses the principles that have marked Japan’s energy policy and the two last Strategic Energy
Plans -one prior to Fukushima and the other after it- before tackling the debate on the optimal future
energy mix that Japan should adopt to meet its energy security trilemma, marked by its environmental
commitment.