Se propone en este texto una reflexión acerca de la contemplación del paisaje desde el interior de la arquitectura de la Alhambra y el Generalife. La intensa apertura a las vistas que presentan los espacios palaciegos principales, que parece natural desde nuestra cultura contemporánea, manifiesta una incipiente y pionera sensibilidad paisajística en su contexto altomedieval. El deseo de mirar al paisaje desde la arquitectura más allá de lo utilitario implica un reconocimiento estético del territorio divisable que podría haberse anticipado al nacimiento del paisaje en la Europa Renacentista. En la Alhambra y el Generalife el diseño recurrente y deliberado de este tipo de espacios, que albergaron siempre las funciones más elevadas, supone el apogeo final de una lenta evolución arquitectónica que tuvo lugar en al-Ándalus: del medio árido en que se habían construido el islam y sus bases culturales, hubo que adaptar las tradiciones arquitectónicas heredadas a un entorno más accidentado, templado, fértil y ameno a los sentidos. Paralelamente, el territorio de Granada se fue cargando de valores y significados, llegando a convertirse en un paisaje paradigmático para la dinastía nazarí, motivo de satisfac...
In this article, a reflection on landscape-gazing from the architecture of the Alhambra and Generalife is proposed. The intense opening to the landscape views of the main palatine spaces, though natural to our contemporary culture, shows a pioneering and incipient sensitivity towards landscape in its High Middle Age context. The desire to gaze at landscape from architecture above the utilitarian, implies an aesthetic recognition of the visible territory that could have occurred earlier than the birth of landscape in the European Renaissance. In the Alhambra and Generalife, the recurrent and deliberate presence of this kind of viewing spaces, always housing the noblest activities, materializes the final peak of a slow architectural evolution that took place in al-Ándalus. The inherited architectural traditions had to be adapted from the arid environment where Islam and its cultural foundations were constructed, to a more mountainous, temperate and fertile land, pleasant to the senses. At the same time, the territory of Granada progressively gained values and meanings, getting to become a paradigmatic landscape for the Nasrid dynasty, motif of aesthetic satisfaction and, clearly, objet of contempla...