Resumen:
En la segunda década después de finalizada la guerra, los estudios en la Escuela de Madrid continuaban divididos en dos ciclos. El ingreso se realizaba fuera, en la Facultad de Ciencias, con materias no siempre adaptadas a los estudios del futuro estudiante de arquitectura y al ejercicio profesional.
La idea de que los jóvenes arquitectos se formaban, más y mejor, a través de publicaciones o de los ejemplos de obra construida por los recién egresados, que por la enseñanza que recibían de las escuelas, fue defendida con frecuencia en artículos. A falta de un programa de profesores visitantes, esta labor la realizaron aquellos arquitectos que titulados posteriormente a la Guerra, emprendieron un camino distinto y sirvieron como ejemplo para varias generaciones.