Resumen:
La prevalencia de miopía varía en las diferentes poblaciones del mundo y la incidencia
aumenta de una forma acelerada, motivo por el cual los defectos refractivos se convierten
en un problema de salud pública, con un impacto económico y social.
La progresión de la miopía puede desencadenar cambios patológicos en el globo ocular que
afectan estructuras como el cristalino, la retina, la coroides y la mácula. Estos cambios degenerativos
constituyen la causa más frecuente de pérdida de visión y se relacionan con un
incremento en los valores refractivos, que ascienden desde la infancia hasta la adultez.
El desarrollo y progresión se relacionan con un componente genético y hereditario, sin
embargo, hay una compleja interacción con factores externos, los cuales podrían explicar el
incremento de casos en algunas poblaciones, en donde se perciben aumentos de urbanización y
la necesidad por alcanzar altos niveles de educación. Además, otros factores ambientales como
destinar mayor tiempo a actividades al aire libre puede ser un hábito favorable para evitar la
aparición de la enfermedad.