Resumen:
Desde 1948, el conflicto árabe-israelí en general y el palestino-israelí en particular, han marcado parte de los procesos históricos que ha vivido la región de Medio Oriente y Norte de África, desde el panarabismo hasta el ascenso del fundamentalismo islámico. Pero en las últimas décadas, la región desarrolla cambios profundos como consecuencia del fin de la Guerra Fría y la llegada de nuevas potencias globales como China. Este capítulo pretende revisar dichos cambios y explicar los recientes acuerdos entre Israel y cuatro naciones árabes en un contexto regional donde Tel Aviv ha dejado de ser considerado la mayor amenaza para la paz. El surgimiento de la República Islámica en Irán y su política exterior crítica con los regímenes árabes y favorable a exportar su modelo a través del apoyo a grupos islamistas como Hamás en Gaza o Hezbolá en Líbano, además de sus aspiraciones nucleares, han saltado las alarmas entre los regímenes árabes, salpicados por las demandas sociales y políticas de la llamada Primavera Árabe y los conflictos en Siria, Libia o Yemen.